El Cine en crisis.

¿Llegó su fin?

La pandemia del coronavirus ha afectado la economía global de una forma sin precedentes. La industria cinematográfica es una de las más golpeadas. Diversos especialistas han estimado las pérdidas en 31.000 millones de dólares este año.
 Los expertos también señalan que, incluso si las salas presentan un plan de recuperación económica, las cifras finales para 2020 seguirán siendo un 58% más bajas que en 2019.

La forma en que actuará la gente va a cambiar después de que pase el confinamiento, ya que el distanciamiento social y los hábitos de ocio serán diferentes. Esto está provocando que los grandes Estudios empiecen a pensar en el futuro del cine, donde la opción digital ganará mucho terreno a las salas tradicionales.

Los estudios con películas programadas para estrenar en 2020 se han visto obligados a aplazar los lanzamientos. Algunas cintas como ‘Viuda Negra’, ‘Wonder Woman 1984′ y ‘Sin tiempo para morir’ optaron por posponer sus fechas de estreno. Para algunas películas, como ‘Trolls 2: Gira mundial’  los estudios decidieron lanzar sus propuestas directamente en formato digital.

Mulán iba a ser la gran apuesta en los cines de Disney este verano. Una serie de estrenos postergados debido a la pandemia obligó a que el gigante del entretenimiento familiar llevará la película directamente a su plataforma de DisneyPlus, a pesar de las protestas de las salas. El cálculo ha estimado que unos 8,7 millones de suscriptores de DisneyPlus en Estados Unidos pagaron la cuota única de 30 dólares que la plataforma impuso para ver la película. La noticia ha señalado también un aumento de 68% en el número de descargas de la aplicación de DisneyPlus durante el fin de semana de estreno de Mulán en comparación a la semana anterior.

¿El digital ganará a las salas tradicionales?

La plataforma de streaming de Netflix ha sumado más de 17 millones de usuarios durante estos meses y Disney + llegó a la espectacular cifra de 50 millones cuando estuvo disponible en todo el mundo.

El futuro del cine está ligado a las plataformas de streaming. Las salas de cine cada vez albergarán menos gente por culpa del distanciamiento social. Lo que significa que se encarecerán las entradas. Mientras que si el digital tiene más usuarios, cada vez será más accesible y barato.